Extracto TdP Los purificadores (23/01/2000)

https://elpais.com/diario/2000/01/23/opinion/948582009_850215.html


"Hace veinte o treinta años si había un hecho histórico que el mundo entero reconocía a rajatabla era el Holocausto, el exterminio de seis millones de judíos por el régimen nazi y sus vasallos. Una mayoría lo condenaba con horror, y, sin duda, una minoría de racistas fanáticos lo celebraba en secreto. Pero nadie, con sentido común, se hubiera atrevido a negar que la Shoa ocurrió, pues las pruebas y testimonios del incalificable genocidio eran abrumadores. En plazo tan breve, las cosas han cambiado. Y, en una demostración más de los poderes de la ficción, y su capacidad para contaminar de fantasía y mentira todos los aspectos de la vida -incluida la Historia-, el Holocausto ha pasado a ser una verdad controvertida, a la que una corriente intelectual y política que recluta sus adeptos no sólo en los márgenes extremistas sino, también, en sectores respetables y prestigiosos de la inteligentzia, pone en tela de juicio y rebate, como una fabricación ideológica. Ha puesto el tema de actualidad el juicio, entablado en Londres, por el historiador británico David Irving contra la norteamericana Deborah Lipstadt, que, en su libro Denying the Holocaust: the Growing Assault on Truth and Memory ("Negando el Holocausto: el ataque creciente contra la verdad y la memoria") acusa a Irving de antisemitismo y de "haber aplaudido el internamiento de los judíos en campos de concentración". El historiador dice que estas acusaciones son falsas, equivalen a un linchamiento profesional, y exige reparaciones. En verdad, Irving, especialista en temas alemanes y autor de varios libros sobre el Tercer Reich, es mucho más sutil y peligroso que un antisemita explícito: es un anti-anti nazi, que es la manera más inteligente de seguir promoviendo, en los tiempos modernos, el odio y la guerra contra los judíos.