Extracto TdP Morir en Grbavica (06/05/1996)

https://elpais.com/diario/1996/05/06/opinion/831333610_850215.html


 "El suburbio de Grbavica se extiende por la orilla sur del río Miliacka, que cruza Sarajevo, y trepa unas colinas que la demorada primavera, aunque muy fría, ha empezado ya a llenar de verdura y colores. Sin embargo, lo que concentra inmediatamente la atención no es el civilizado paisaje natural -el limpio cielo azul y el radiante sol helado-, sino la bárbara devastación que no ha dejado una vivienda intacta, que ha desfondado edificios, abierto boquetes en las paredes, erizado el pavimento de cráteres, pulverizado puertas y ventanas, retorcido balcones y vehículos, descuajado los postes de luz y convertido las calles en bosques de escombros, ruinas y parches. Este espectáculo se repite, por supuesto, por doquier en Sarajevo, pero en tanto que en los barrios de la orilla norte del río la destrucción tuvo lugar, sobre todo, durante los años de la guerra, en Grbavica los mayores destrozos -esos incendios, por ejemplo, que han carbonizado manzanas enteras y sembrado el lugar de ceniza y chamusquina- son recientísimos, pues ocurrieron después de los Acuerdos de Paz de Dayton y tuvieron, además, la singularidad de haber sido infligidos por serbiobosnios a serbiobosnios. Por eso, para medir en toda su infinita, crueldad y estupidez la tragedia de Bosnia Herzegovina no hace falta recorrer el país, ni siquiera ir y venir por todos los vericuetos de la martirizada Sarajevo. Basta confinarse en este suburbio de Grbavica, microcosmos que reproduce en pequeño formato los sufrimientos, salvajismos y absurdos que vive esta región de los Balcanes desde la desaparición de Yugoslavia.

Es lo que he hecho yo toda" la tarde, guiado por una extraordinaria mujer llamada Morgan, una inglesa voluntaria que, antes de venir a Bosnia, trabajó en el Sureste asiático con las víctimas de los jemeres rojos de Camboya y los boat people de Vietnam. Es delgada, enérgica, sin edad, inmune a toda forma de truculencia".